lunes, 21 de febrero de 2011

.Nunca.

No hay nunca un porqué para un recuerdo; llega de repente así, sin pedir permiso. Y nunca sabes cuando se marchará. Lo único que sabes es que lamentablemente volverá.Aunque por lo general son instantes. Y ahora sé como hacerlo. Basta con no detenerse demasiado. En cuanto llega el recuerdo hay que alejarse rápidamente, hacerlo enseguida, sin miramientos, sin concesiones, sin enfocarlo , sin jugar con él.Sin hacerse daño. Así mucho mejor..Ahora ya ha pasado.La nieve se ha desecho del todo

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